domingo, 14 de febrero de 2016

Capítulo 15: H2A

Hola Amantes de la lectura!

Aprovecho para saludarlos y desearles un feliz día de San Valentín y pensé que qué mejor que traer un nuevo capítulo de mi historia para celebrarlo de alguna manera con todos ustedes?

Es bien cortitito, al final así salió y bueno, sólo les diré que Charlotte no le pone las cosas demasiado fáciles a Hella.

Aquí está:

Capítulo 15:

Atípicamente Tu




Cuando Hella llegó a su cubículo, no podía contener la sonrisa que se dibujaba perfectamente en su rostro, se sentó sin reparar en que Charlotte ya se encontraba trabajando en su ordenador. Ésta la observó detenidamente, tratando de escudriñar en su expresión, se veía completamente desconcertada.
Hella, notó finalmente que alguien la estaba observando, es decir, que Charlotte la observaba profusamente y se sintió acorralada.
   —¿Por qué me estas mirando de esa forma? —murmuró, enarcando una ceja.
   —Cielo santo, es imposible no verte, es que resplandeces de felicidad hoy. Lo cual es extraño pensándolo bien, pues creí te presentarías con un pésimo humor, gracias al nefasto fin de semana que se supondría que habías tenido; sin embargo, te presentas aquí vistiendo de forma atípica en ti y con una expresión tal de felicidad ¿Te sientes bien Hella?
   —Creo que acabas de afirmar que me veo bien, así que eso debe ser el reflejo de cómo me siento ¿No crees?
   —Hmmm, sí, pero no sé, me siento intrigada.
   —Pues no lo estés porque no se trata de nada, así que no maquines ninguna idea extraña ni trates de emplear tus técnicas de investigación periodística en mí. — Hella no quiso mentirle deliberadamente, sólo que no se encontraba segura de como marcharían las cosas entre Charles y ella, si él la llamaría realmente, si se trataba de algo serio o simplemente un amorío más. En suma, si ella pasaría a engrosar las páginas del libro de aventuras de Charles Manners.
   —Muy bien, no voy a acosarte con preguntas, ya sabes que ese no es mi estilo, no puedo obligarte a confiar en mí. —aclaró una Charlotte ceñuda.
   —Charlotte, por favor, no te molestes conmigo —respondió Hella haciendo mohines—. Simplemente descansé, estuve con mi madre y me siento mejor. — Sonrió.
   —Ya te dije que está bien, ahora quiero que me muestres el material fotográfico, antes de que llegaras hice la última revisión del artículo, tal vez quieras echarle un vistazo y ver qué te parece ¿Está bien?
   —Perfecto, déjame encender mi portátil y puedes sentarte en mi escritorio, mientras lo yo reviso.
Ambas continuaron la mañana ordenando el material que iban a utilizar para la presentación del artículo y colocar los puntos finales de la redacción del mismo, cuando media hora antes del almuerzo el teléfono de Hella sonó, está lo tomó y al percatarse de quien se trataba se levantó de su silla y se dirigió rápidamente a la zona de los sanitarios, ante la sorpresa de Charlotte, cuando ya se había alejado lo suficiente de los cubículos atendió la llamada.
   —Señorita Foster ¿Cómo ha transcurrido su mañana?
   —Algo ocupada señor Manners, lo que me parece genial puesto que necesito ocupar mi mente en algo constructivo. — Sonrió y se mordió el labio inferior para canalizar de alguna forma la fuerte emoción que le producía escuchar su voz.
   —Me alegra oír que su día haya sido tan productivo, el mío tampoco ha sido muy tranquilo.
   —Supongo que no puedo imaginar siquiera la cantidad de compromisos y responsabilidades a los que se encuentra sometido señor Manners. Me quedé pasmada ante el ordenador cuando busqué en la internet datos sobre su familia, me sentí… ¿aprensiva? Intimidada.
   —¿Así que me googleaste? ¿Y qué descubriste?
   —Por favor, no te enfades conmigo —respondió dubitativa—. Sé que el otro día te dije un montón de cosas y tú mismo me aclaraste otras, no te hagas una idea errada de la situación, sé que el internet está saturado de basura, sólo sentí curiosidad, quería saber más sobre tu familia, para usarlo en el artículo, tú entiendes.
   —Supongo que descubriste que nos dedicamos a muchas cosas.
   —Sí, realmente lo abarcan todo y según la prensa especializada tú diriges la corporación tanto como tu padre. Además, tú ostentas el título de Marqués, así que la forma correcta de llamarte sería milord o My Lord ¿No? No lo sé bien —resopló sintiéndose muy torpe e ignorante—. Aunque evidentemente a ti no te guste. — Charles suspiró lánguidamente.
   —Hella, en cuanto a la corporación, sí, es cierto, desde muy joven me han preparado para esto, y sí, en efecto soy un marqués, pero simplemente es un título de cortesía, además, yo prefiero evitar ese tipo de formalismos y entiendo que mucha gente desconoce sobre la materia o simplemente le resta importancia, por esa razón evado el tema y tampoco deseo discutir sobre esas cosas contigo pequeña. Yo, sólo quería saber cómo te sentías y cómo habías comenzado tu día, si me extrañaste, pues por absurdo que parezca yo si te he echado de menos todo el cojonudo día, y sé que probablemente no deba estar diciéndote esto, pero así es como me siento.
Hella calló por un momento al escuchar todo lo que Charles necesitaba decirle, luego reparó en que él estaba esperando su respuesta.
   —No entiendo por qué piensas que probablemente no debas expresar tus sentimientos, si crees que eso te hace débil, yo… quiero que sepas que tus palabras significan demasiado para mí y no sabes cuan feliz me hace escuchártelas decir. En realidad he pensado tantas cosas desde que me dejaste ésta mañana, creí… creí que, no lo sé, probablemente te arrepentirías de lo que pasó, y cuando investigué sobre tu familia y supe cuan importantes son, yo me sentí insignificante, porque aunque suene frívola al decir esto. — Hizo una mueca—. Tú eres uno de los solteros más cotizados, muchas mujeres deben estar tras de ti, y lo sé porque Vivian también me lo dijo, tú eres asediado por las mujeres, imagino que cada una más hermosa y yo soy tan… yo.
   —Por favor Hella, no digas eso, lo que me agrada de ti es que no hay nada falso o superficial en tu persona. Lamento que te sientas abrumada por la posición, el dinero, el poder y prestigio de mi familia —dijo sintiéndose más bien hastiado—. Pero detrás de eso soy simplemente un hombre y contigo he descubierto que también puedo experimentar sentimientos nobles.
   —Charles, tú eres un buen hombre, no te subestimes por favor.
   —Muy bien, te creo, pero sólo porque eres tú la que lo está afirmando. — Rio—. ¿Paso por ti más tarde? Sé que hace apenas unas horas nos vimos pero me preguntaba si... — Hella experimentó emociones intensas, creía que su corazón estallaría de dicha.
   —Por supuesto. — Fue lo único que pudo contestar, sólo porque supo que él esperaba su respuesta.
   —Bien, pasaré por ti cuando salgas del trabajo y luego podemos pasar por tu departamento en caso de que lo necesites ¿Estás de acuerdo? — Hella sonrió muy emocionada.
    —Lo estoy, espero con ansias la hora de marcharme.
   —Muy bien, entonces puedes llamarme cuando te desocupes o cuando lo creas conveniente, no quiero seguir robándote tu tiempo.
   —Está bien, Charlotte y yo ya hemos adelantado bastante nuestro trabajo, y no me estas robando nada.
   —¿Te refieres al artículo sobre la gala?
   —Sí, eso mismo.
   —Pues bien, me gustaría echarle un ojo.
   —No creo que sea conveniente, preferiría que lo vieras publicado, todavía falta bastante para dejarlo terminado. — Por un momento dudó—. Aunque si no te sientes seguro del resultado del artículo pues no habría problema.
   —No hay ningún problema, confío en ustedes, entonces te veo más tarde.
   —Eso espero.
   —Hasta entonces señorita Foster, le envío un muy cálido abrazo.
   —Hasta pronto.
Hella se sentía medio estúpida pero quizás eso significaba que Charles le hacía sentir de maneras tan profundas que nunca antes había experimentado, en el amor era una total negada, su experiencia en el pasado la había llevado a desterrar cualquier necesidad de acercarse a nadie y tenía miedo, de salir herida de nuevo, pero lo que estaba experimentando con Charles era tan fuerte y tan rápido, como un tornado que había arrasado con todas sus convicciones, dudas y escollos.
Finalmente se dio la vuelta y cuando se giró sobre si misma halló algo que la dejó completamente paralizada. Charlotte la observaba desde la puerta con el semblante hosco. Claramente mosqueada por su actitud esquiva y misteriosa.
—¿A qué juegas Hella Foster? — Y ella no pudo más que resoplar, sintiéndose bastante nerviosa.


Que sigan disfrutando éste día tan especial! Es cierto que yo no lo celebro con todas las pompas, porque creo que cada día uno debe alimentar al amor, pero no me hagan caso, a los que les guste bien por ustedes, espero que lo pasen genial!!!



No hay comentarios.:

Publicar un comentario